Normativa y regulación sobre la retirada de amianto en España
Cuando decidí encargar la rehabilitación del tejado de una nave industrial antigua, supe desde el primer momento que debía informarme bien sobre la normativa del amianto en España. Aunque había oído hablar de la peligrosidad del material, no imaginaba la complejidad legal y técnica que conlleva su retirada. Por eso, en este artículo quiero compartir lo que aprendí, por si tú también estás en esa situación.
¿Qué es el amianto y por qué está prohibido?
Antes de hablar de leyes, conviene entender qué es exactamente el amianto. Se trata de un mineral fibroso que fue ampliamente utilizado en la construcción, sobre todo entre los años 60 y 90. Su bajo coste, resistencia al calor y a la corrosión lo convirtieron en un material muy popular.
Sin embargo, no todo era tan bueno como parecía. Con el tiempo, diversos estudios científicos confirmaron que sus fibras, al ser inhaladas, podían causar enfermedades graves como asbestosis, mesotelioma o cáncer de pulmón. Como consecuencia, la normativa del amianto en España prohibió su comercialización y uso a partir del año 2002.
Legislación vigente sobre el amianto en España
Desde la prohibición en 2002, el marco legal se ha ido reforzando. Uno de los documentos clave es el Real Decreto 396/2006, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto. Entre otras cosas, exige:
- La evaluación previa del riesgo.
- La elaboración de un plan de trabajo.
- La notificación a la autoridad laboral competente.
- El uso de equipos de protección individual (EPIs).
- La formación específica del personal expuesto.
Este real decreto también impone que solo empresas autorizadas pueden realizar trabajos de desamiantado. Y, como descubrí por experiencia propia, eso no es un mero trámite: deben figurar en el Registro de Empresas con Riesgo por Amianto (RERA).
¿Qué no se puede hacer con amianto?
Una de las cosas que más me impactó fue saber que, aunque tengas una cubierta de uralita en tu casa, no puedes tocarla sin permiso. Está completamente prohibido:
- Cortar, lijar o perforar materiales con amianto.
- Transportarlo sin medidas de seguridad.
- Tirarlo a un vertedero convencional.
Cualquier manipulación sin autorización es ilegal y sancionable. Aquí la normativa del amianto en España es inflexible, y con razón. Las consecuencias para la salud pueden ser gravísimas.
¿Qué pasos legales hay que seguir para retirarlo?
Cuando contraté la retirada del tejado, la empresa que elegí se encargó de casi todo el papeleo. Pero aun así, aprendí que el proceso legal implica varias fases bien definidas:
- Inspección previa y análisis del material
Un técnico cualificado verifica si el elemento contiene amianto. A veces, se requieren muestras de laboratorio.
- Plan de trabajo autorizado
La empresa redacta un documento técnico detallando cómo y cuándo va a realizar la retirada. Este plan debe ser aprobado por la autoridad laboral de la comunidad autónoma correspondiente.
- Notificación a la Inspección de Trabajo
Al menos cinco días antes de iniciar los trabajos, debe enviarse un aviso oficial.
- Ejecución de la retirada con medidas de seguridad
Aquí entran en juego trajes herméticos, sistemas de aspiración especial, encapsulado de fibras y demás medidas de contención.
- Gestión de residuos peligrosos
Los restos no se pueden tirar de cualquier forma. Van a un vertedero autorizado y deben ser transportados por gestores de residuos con licencia.
Este protocolo puede parecer engorroso, pero forma parte de la normativa del amianto en España, diseñada para proteger tanto a trabajadores como a la población general.
Obligaciones de los propietarios de edificios con amianto
Una de las preguntas más comunes es: “¿Estoy obligado a retirar el amianto de mi propiedad?” La respuesta es que depende. Si el material está en buen estado y no se va a manipular, no es obligatorio retirarlo de inmediato. Sin embargo:
- En caso de reformas, rehabilitaciones o derribos, sí es obligatorio.
- Si hay riesgo de desprendimiento o exposición de fibras, también se exige la retirada inmediata.
- Algunos ayuntamientos, como el de Barcelona o Madrid, ya están empezando a imponer plazos límite para eliminar cualquier resto de amianto en edificios públicos o privados.
Por lo tanto, aunque la ley nacional aún no impone una retirada total y urgente en todos los casos, la tendencia va claramente en esa dirección.
Sanciones por incumplimiento
Me sorprendió la dureza de las sanciones. No seguir la normativa puede salir muy caro. Por ejemplo:
- Las multas por retirar amianto sin autorización van desde los 3.000 hasta más de 600.000 euros, según la gravedad.
- Las empresas no inscritas en el RERA que realizan trabajos de desamiantado se enfrentan al cierre inmediato de la actividad.
- Los particulares que incumplen pueden ser denunciados penalmente en casos de riesgo para la salud pública.
Esto demuestra que la normativa del amianto en España no es solo un protocolo administrativo, sino un sistema legal serio y estricto con respaldo en el Código Penal y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Empresas homologadas: ¿Cómo elegir la correcta?
Uno de los mayores retos que tuve fue encontrar una empresa que me generara confianza. Y es que, en este campo, no sirve cualquiera. Es imprescindible que:
- Esté inscrita en el RERA.
- Cuente con personal formado.
- Tenga experiencia contrastada.
- Presente un plan de trabajo claro.
- Aplique medidas de protección ambiental.
Al final, opté por una empresa local con buenas referencias. Me guiaron en cada paso del proceso, y eso marcó la diferencia.
¿Qué cambios se avecinan?
A raíz del Plan Nacional de Desamiantado aprobado en 2023, se espera que en los próximos años se endurezcan aún más las medidas. El plan busca:
- Eliminar todo el amianto de edificios públicos antes de 2030.
- Crear censos locales de instalaciones con amianto.
- Promover ayudas para propietarios privados que necesiten retirarlo.
Eso quiere decir que la normativa del amianto en España está en evolución. Lo que hoy no es obligatorio, pronto podría serlo. Así que conviene actuar con previsión.
Conclusión: mejor informarse hoy que lamentarlo mañana
Mi experiencia con la retirada de amianto me enseñó dos cosas: primero, que no es un proceso improvisado; segundo, que vale la pena hacerlo bien. La salud está en juego, y también el bolsillo.
Si tienes cualquier instalación antigua con uralita, no esperes a que haya un problema. Infórmate, asesórate y actúa con responsabilidad. Desde Vertikal360 podemos ayudarte a contactar con empresas certificadas, revisar la situación legal de tu propiedad y acompañarte en todo el proceso. Porque cumplir con la normativa no es solo una obligación: es una forma de proteger lo que más importa.