¿Cuándo debe retirarse el amianto?
Trabajando en proyectos de retirada de materiales peligrosos, he aprendido que una de las decisiones más críticas es saber cuándo debe retirarse el amianto. No basta con detectar su presencia: lo verdaderamente importante es evaluar su estado, entender los riesgos que implica su deterioro y actuar dentro del plazo de retirada de amianto recomendado por la normativa y el sentido común.
En esta guía quiero explicarte, desde la experiencia, cuáles son los momentos clave para intervenir, qué factores debes tener en cuenta y cómo planificamos desde Vertikal360 cada paso para garantizar la seguridad y el cumplimiento legal.
¿Qué es el amianto y por qué es peligroso?
Primero, conviene recordar qué es el amianto. Se trata de un mineral con propiedades aislantes, resistente al fuego y muy duradero, que fue ampliamente utilizado en España entre los años 60 y 90 en cubiertas, bajantes, depósitos, paneles y muchos otros materiales de construcción.
Sin embargo, a partir del año 2002, su uso quedó completamente prohibido en nuestro país debido a su efecto cancerígeno. Cuando el amianto se deteriora, sus fibras microscópicas se liberan en el aire, y al ser inhaladas pueden causar enfermedades graves como la asbestosis, el mesotelioma o el cáncer de pulmón.
¿Existe un plazo legal para la retirada de amianto?
Sí, y esta es una de las preguntas más comunes que recibimos. La normativa española se alinea con la Directiva Europea que establece que los materiales con amianto deben ser retirados antes de que se deterioren, o bien cuando supongan un riesgo para la salud. Pero además, algunas comunidades autónomas han definido sus propios calendarios.
Por ejemplo, en Cataluña, el Pla Nacional per a l’Eradicació de l’Amiant fija el año 2032 como fecha límite para haber retirado todos los materiales que lo contengan. En otras regiones el plazo de retirada de amianto puede variar, aunque siempre se recomienda anticiparse al deterioro.
En resumen, aunque el marco estatal no impone una fecha fija, sí exige que las instalaciones se mantengan seguras, y eso implica actuar con previsión.
¿Cómo saber si el amianto está deteriorado?
Esta es otra cuestión clave. Muchas veces los materiales con amianto están “tranquilos”, sin liberar fibras, y no presentan un riesgo inmediato. Pero eso no significa que puedan quedarse ahí indefinidamente. Estas son algunas señales de que el plazo de retirada de amianto debería acortarse:
- Fisuras visibles en cubiertas o bajantes.
- Desprendimiento de partículas o polvo.
- Cambios de color, humedad o corrosión.
- Impactos o roturas accidentales.
- Pérdida de integridad estructural por el paso del tiempo.
También hay que tener en cuenta factores como la ubicación: un depósito de fibrocemento en una escuela, por ejemplo, debería retirarse mucho antes que uno en una nave abandonada sin uso. La exposición al público o a personal vulnerable es determinante.
Planificación de la retirada: más vale prevenir
Desde nuestra experiencia, siempre recomendamos no esperar al último momento. Anticiparse es la mejor estrategia para evitar riesgos, pero también para evitar costes adicionales por urgencias o sanciones.
Al planificar el plazo de retirada de amianto, consideramos varios elementos:
- Estado del material y su nivel de exposición.
- Actividad del entorno (centros educativos, viviendas, zonas industriales activas).
- Condiciones climáticas y estacionales.
- Disponibilidad de empresas especializadas y autorizadas.
- Presupuestos anuales o subvenciones disponibles.
Además, los trámites administrativos también consumen tiempo. Necesitamos redactar un plan de trabajo, presentarlo a la autoridad laboral competente y esperar su aprobación. Este paso suele tardar entre 2 y 4 semanas, según la comunidad.
¿Quién debe encargarse de la retirada?
Esto es fundamental: solo una empresa autorizada puede manipular y retirar amianto de forma legal. En Vertikal360 llevamos años trabajando con equipos formados y certificados, cumpliendo estrictamente con los protocolos de seguridad, transporte y gestión de residuos peligrosos.
Uno de los errores más graves que seguimos viendo es cuando alguien manipula amianto por su cuenta, creyendo que “no pasa nada”. Lo cierto es que cualquier intervención sin autorización puede generar una exposición peligrosa e ilegal, tanto para la persona que lo manipula como para quienes le rodean.
¿Qué riesgos tiene esperar demasiado?
Posponer la retirada tiene consecuencias. No solo para la salud, sino también para tu bolsillo y tu tranquilidad. Te lo resumo en cuatro puntos:
- Incremento del riesgo de exposición a fibras.
- Multas por incumplimiento normativo.
- Incremento de los costes si hay urgencia o si el material se degrada.
- Imposibilidad de vender o reformar un inmueble afectado.
Cuanto más se acerque la fecha límite del plazo de retirada de amianto, mayor será la demanda de empresas autorizadas. Ya estamos viendo cómo se saturan los servicios en determinadas zonas, lo que provoca demoras y costes más altos.
Conclusión: el mejor momento para actuar es ahora
El amianto no espera. Su peligrosidad está documentada, su uso está prohibido y su presencia en edificios sigue siendo una amenaza silenciosa. Por eso, si sabes que tienes materiales sospechosos o confirmados, no esperes más.
Revisar el estado, conocer el entorno, planificar los tiempos y actuar dentro del plazo de retirada de amianto no es solo una cuestión legal: es una cuestión de responsabilidad y de cuidado por las personas.
Desde Vertikal360, te acompañamos en todo el proceso: desde la inspección inicial hasta la retirada segura y legal del amianto. Nos encargamos del papeleo, de la coordinación técnica, de los permisos y, por supuesto, de la ejecución con todas las garantías. Porque nuestra misión es eliminar riesgos, no añadirlos.